Etapa introductoria

 

Sus fundaciones

- Sus fundaciones

- Culto Continuo

- Lámpara del Santuario

- La huella de Trelles

  - Fundador humilde

  - Interpretacion

  - Los silencios

  - Fundador y fundacion

- El Centro Eucarístico

- La Adoración Nocturna

- Las Camareras de JS

 

Etapa inicial

 

- Introducción

- Vocación eucarística

- El Culto Continuo  

- Lámpara del santuario

 

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LUIS    DE TRELLES

SANTO Y APÓSTOL, TEÓLOGO Y TROVADOR DE JESÚS SACRAMENTADO

ETAPA INICIAL: INTRODUCCIÓN

 

 

                      

 

ETAPA INICIAL: INTRODUCCIÓN

 

En la etapa introductoria hemos plantado los esquejes suficientes para ir construyendo el pensamiento de Trelles. Sobre el soporte de sus escritos, en la Lámpara del Santuario, convertidos en abono necesario para el crecimiento, desarrollo y florecimiento de los esquejes plantados, profundizaremos poco a poco y con la máxima sensibilidad en sus fundaciones reflejo fiel de su vocación.

Trelles sigue una senda de perfección vital por cuyo trazado, fundado en su fe y amor eucarísticos, construye su vocación fundadora que le lleva a la santidad; santidad que se manifestará, tanto más,  en el recio carisma que le hace brillar con luz reflejada por las horas vividas ante el Santísimo. Carisma que perciben los que le conocen personalmente o a través de sus escritos y se acercan a él con espíritu abierto.

Otros  aspectos de su santidad lo constituyen su modestia y su humildad. Trelles intenta diluirse en sus acciones, en sus actitudes, como Jesús se diluye e impregna la especies sacramentales, y lo consigue. El silencio, que durante un siglo cubrió su persona y su nombre, es la prueba más evidente. Se cumple en él el precepto evangélico  "Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda infecundo; pero si muere produce mucho fruto" (Jn 12, 24). La muerte física de Trelles. El silencio posterior. La falta de recuerdo es, como la muerte, para su persona. Y dio su fruto.

La Adoración Nocturna, su fundación más querida, fue desarrollándose en toda España e Hispanoamérica. Y al acercarse el centenario de su muerte, ocurre el milagro. Un grupo de adoradores se da  cuenta de la proximidad del centenario y sienten la necesidad de celebrarlo al par de dar a conocer, con el fruto alcanzado, la persona del fundador.

Y crean la fundación "Luis de Trelles" con el  objeto de promover la Causa de su Beatificación, y en su caso, Canonización. Abrir el proceso de Beatificación de Don Luis de Trelles y Noguerol, constituye un reclamo para que, adoradores de toda España y herederos de antiguos adoradores, que guardaban sus escritos como una reliquia, se desprendan de ellos con tan loable propósito.

La Fundación se encuentra así, de forma milagrosa, con un volumen de documentos inesperado. Documentos que hay que codificar y clasificar y prepararlos para que los investigadores puedan desarrollar su tarea.

Entre los fines de la Fundación se incluye: "El estudio de la vida y la obra de Luis de Trelles, así como de todo el siglo XIX, tanto al nivel español como universal, en sus múltiples facetas: religiosas, culturales, filosóficas y sociales, con la organización de cursos de verano, seminarios, conferencias y la edición de obras y artículos, la institución de un premio de ensayo e investigación relacionado con este siglo y Trelles, cuya organización y desarrollo correspondería a la Fundación; y en general toda suerte de actividades culturales que tiendan a un mayor conocimiento del mundo científico, jurídico, político, periodístico, religioso y eclesial en el que desarrolló su vida personal y pública DON LUIS DE TRELLES Y NOGUEROL".

(Ver http://www.fundaciontrelles.org/index2.htm donde se expone la labor desarrollada por la fundación).

Como corona de esa labor: la redacción de la positio, memoria documentada necesaria para incoar el proceso de beatificación que, a la fecha de redactar estas líneas, se encuentra en el Dicasterio que promueve la Causa de los Santos en Roma. La parte más sustantiva de esta memoria y que puede interesar a los lectores se encuentra en la siguiente publicación:

Título: Luis de Trelles un laico testigo de la fe.

Autor: Francisco Puy Muñoz.

CEU ediciones/ Fundación Luis de Trelles

Año : 2009

Con tales antecedentes nos planteamos responder a las siguientes preguntas:

¿Cómo se generó la vocación de Trelles? ¿Cómo se conformó el carisma evidente que tenía?

Al contemplar algunos aspectos de su vida  surgieron nuevas cuestiones, que hay que abordar, como la "estricta disciplina" que Trelles hubo de cumplir en su formación de niño y adolescente. Por tal motivo deberemos hablar de "disciplina", palabra proscrita, hoy, del sistema educativo y del diario vivir.

Para penetrar en su personalidad hay que responder a esta nueva pregunta  ¿Cómo se conjugan disciplina y currículo para moldear y fortalecer las virtudes innatas del niño Luis de Trelles quien, al cabo de los años, se convirtió en el fundador que fue?

Intentar responder a esas preguntas, y a las que en su desarrollo surjan, será el objeto de esta etapa inicial. Al penetrar, menos someramente, en las distintas fundaciones que Trelles desarrolló, saldrán al descubierto las respuestas adecuadas.

En la etapa introductoria expusimos de forma somera lo que hemos denominado "los esquejes suficientes para ir construyendo el pensamiento de Trelles". Tales esquejes fueron:

Sus fundaciones:

- Culto Continuo

- Lámpara del Santuario

- El Centro Eucarístico

- La Adoración Nocturna

- Las Camareras de JS

En sus contenidos seguiremos profundizando.

La vocación eucarística de Trelles

Debemos empezar respondiendo a estas preguntas básicas ¿Cómo se generó la vocación eucarística de Trelles? ¿Cuando la intuye? ¿Cuando la siente consigo? ¿Cuando es plenamente consciente de su vocación?

Las ideas no se producen por generación espontánea. Su génesis y desarrollo han de seguir un proceso. Puede ocurrir que el proceso se trunque por infinitas causas y lo que pudo ser no lo sea.

En el caso de Trelles no se truncó,  lo cual permite discurrir por el proceso de su vocación, que debe arrancar desde su infancia con las enseñanzas de la madre y las recibidas en el Seminario de Mondoñedo.

Es de suponer que en su juventud, y gracias a su despierta inteligencia que le permitió acceder a actividades jurídicas, sociales y profesorales, con pocos años, esa vocación se mantuviera aletargada; como hibernada. Así transcurren sus años entre 1838 en que se licencia en Leyes y 1854 donde se desencanta de la política e inicia, según Blanco-Ons, su particular "Travesía del desierto" como denomina al período 1854.1868. (Blanco-Ons, Luis de Trelles, abogado, periodista, político, fundador de la A.N.E. 1991. Pág. 71. "Fundación Luis de Trelles") 

¿Qué le pasa a Trelles en ese período de tiempo?  Catorce años son muchos años en la vida de una persona. Transcurre media generación y en ella los cambios de todo tipo se suceden. "Trelles dejará durante un tiempo de mirar hacia afuera: dejará de buscar en el mundo de los hombres la causa por que luchar. Será de la búsqueda interior  de donde surja ese nuevo ideal, esta vez inmarchitable e imperecedero" (Blanco-Ons ibid. idem. pág 72).

En esa búsqueda interior pretendemos acompañarlo.

Pablo de Tarso, camino de Damasco,  no transforma su vida, de golpe, al caer del caballo  y quedar ciego. Se retira varios años para penetrar en lo más recóndito de su ser y descubrir qué quiere de él ese Galileo a cuyos discípulos persiguió. De esa retirada al desierto  sale transformado en el apóstol de los gentiles llevando, la Palabra de Dios y el Mensaje de Cristo, al orbe conocido. Los medios de comunicación existentes en su tiempo con la expansión romana facilitaron, junto a su indomable voluntad, fortalecida por la fe, la evangelización de numerosos pueblos.

Así obró Trelles.

Un ejemplo de la transformación que se opera en don Luis "se puede ver en un artículo publicado en el periódico “La Esperanza”, el año 1856, que reproduciría más tarde, en 1865, “El Pensamiento Español”. Entre otras cosas dice en él:

- ...”Llegando a convencerme profundamente de que sólo en el terreno religioso se halla toda la verdad”.

- “Si en el mar revuelto de la política me pierdo, he ahí cual será mi estrella polar (el Cristianismo)”.

- “Poseído de las mismas ideas, retracto y retiro por precaución todo lo que en “El Oriente”, o en los impresos que fueron obra mía, pueda ser digno de censura o de la menor desedificación, pues quiero ajustarlo todo a mis convicciones y someterlo a la Iglesia..." (Fuente: Conferencia del Rvdo: d. Francisco López Hernández en el XIV Curso de verano de la Fundación Luis de Trelles en Ávila. 3, 4 y 5 de Julio de 2003)

No vamos a entrar en el ejercicio de la caridad en defensa de los pobres afectados por el problema de los foros. Quizá ese ejercicio le sirva como preparación para su incorporación a las Conferencias de San Vicente de Paúl de Viveiro, su pueblo natal.

Las conferencias de San Vicente de Paúl, se fundaron en mayo de 1833 en París. Su fundador fue D. Federico Ozanam Nantas. En España, las Conferencias fueron fundadas por Don Santiago Masarnau Fernández. La primera Conferencia la compusieron D. Santiago Masarnau Fernández, D. Anselmo Oradoy y D. Vicente de la Fuente. El nombre de la Conferencia fue San Sebastián el día 11 de noviembre de 1849. El 4 de marzo de 1850, el Consejo General de París aprobó la Conferencia de España.

Las Conferencias de San Vicente están extendidas en 200 países. La forman un Consejo General en París; un Consejo Nacional y en cada provincia un Consejo Provincial y los Consejos Locales y las Conferencias. Su objetivo es vivir la caridad como medio de santificación de sus miembros y su crecimiento en la fe. (http://www.parroquiasanpedro.com/movimientos/Conferencias%20de%20San%20Vicente.htm es la fuente)

Es de suponer que en las Conferencias se consolidara su espíritu caritativo y eucarístico. Me viene al recuerdo cuando, siendo un muchacho, alguna que otra vez, pude observar, las reuniones de las personas que formaban las Conferencias de San Vicente de Paúl en la parroquia. Ignoro de lo que se hablaba en ellas. Pero sí recuerdo cómo, en un determinado momento de la reunión, se pasaba una bolsa en la que, de forma anónima, igualatoria de los asistentes, cada cual depositaba su aportación, su parte para los pobres.

Me imagino a D. Luis en una reunión semejante. Es posible que la forma de la colecta, en los turnos de vela de la Adoración Nocturna, arranque de lo vivido en las conferencias. El sacrificio, la oración y la limosna debe hacerse en secreto.

Trelles viaja a Paris en el año 1861 ó 1862 y conoce la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento. Hay que preguntarse ¿Viajó antes y conoció allí las conferencias que se inician en esa ciudad? O por el contrario su conocimiento le llega desde España y es así como se le ocurre fundar o incorporarse a la de Viveiro. Lo ignoro. Si alguien lo sabe, mucho le agradeceríamos que nos lo ilustrara.

¿Qué le ocurre a Trelles en ese viaje a París?

Según cuenta el Doctor Puy en "Luis de Trelles: Un laico testigo de la fe",(CEU ediciones, Madrid 2009, pág. 133-134), "Fue precisamente la organización vicentina la que envió en 1862 a la sede matriz de la misma en París con objeto de realizar allí determinadas gestiones. Y tal fue la ocasión providencial que le puso en contacto con la Adoración Nocturna Francesa. Entonces fue cuando TRELLES adoró de noche por vez primera al Santísimo Sacramento, según el rito establecido en Paris. Entonces fue cuando conoció la admirable obra de la Adoración Nocturna, de la que quince años más tarde había de ser fundador en España".

Como Saúl que fue mandado por su padre en busca de unas asnas perdidas (1Sm 9, 3) y volvió siendo Rey de Israel (1Sm 10, 1), así Trelles fue comisionado por los vicentinos y volvió con la Adoración Nocturna. De todo ello reflexionaremos en el lugar correspondiente. 

Para concluir esta breve introducción debemos responder a la pregunta que quedaba pendiente ¿Cómo se conformó el carisma evidente que tenía?

Desde muy niño se fue forjando su personalidad sostenida por fuertes principios cristianos. Principios que nunca abandonó; antes bien, los fue fortaleciendo y cimentando cada vez más. Estos principios, que defendió, siempre, con valentía y honestidad, cualquiera que fuera la situación en que se encontrara, hacían que fuera respetado, no sólo por sus amigos y consocios sino por sus adversarios y enemigos. Tales principios eran su referente vital e infundía confianza en los que trataba.

Su generosa meticulosidad en los envíos de la Lámpara, las respuestas a las actas, la infatigable correspondencia, aceptada por los receptores como dirección espiritual, en la certeza de que estaban recibiendo consejos de un santo. La fortaleza de espíritu adquirida en sus largas horas ante el Augusto Sacramento, impregnaba todo su ser y la trasmitía, desde su serena y vital humildad, a los que a él se acercaban. Incluso a sus adversarios que sentían la "afrenta" de su denuncia profética.

Sobre todas esas virtudes, soportes de su santidad, iremos ahondando en lo que sigue.

 

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